martes, 12 de mayo de 2015

Los actores porno de Japón están en peligro de extinción, Ooook

Shimiken, una estrella de la profesión, asegura que en Japón los actores porno son como los pandas, una especie en peligro de extinción. A sus 35 años, Shimiken, cuyo verdadero nombre es Ken Shimizu, dice que ha mantenido relaciones sexuales con 8,000  en unos 7,500 "videos para adultos".
Pero, a pesar de sus cualidades hercúleas, ya no puede más y pide refuerzos.

Su último llamado en Twitter, en el que lamentaba que los actores XXX nipones eran actualmente menos numerosos que los tigres de Bengala en libertad, fue retuiteado por miles de seguidores preocupados por el futuro de la industria pornográfica en Japón.
"Somos una especie en peligro. Sólo hay 70 actores porno para 10,000 actrices", explica Shimiken en una entrevista, para quien son cada vez menos numerosos "como los pandas".
Este Don Juan aficionado al culturismo, cuyos  naranja de  punk le hacen parecerse un poco a la versión japonesa del excantante de los Sex Pistols Johnny Rotten, trabaja sin descanso, al ritmo de dos o tres películas en promedio cada .
"En general, me acuesto con dos o tres chicas diariamente, es decir, hago el amor unas dos horas al día", según sus cálculos.
"Es un  duro, pero alguien tiene que hacerlo", estima este atleta, que distribuye meishis, la omnipresente tarjeta de visita nipona, en forma de falo.
Falta de penes
A Shimiken, que luce una camiseta ajustada con el lema "Sex Instructor", le gusta enseñar sus bíceps.
"No tomo Viagra. No lo necesito. Aún no", asegura este entusiasta del sexo, que protege sus órganos genitales con una crema facial de lujo.
El único accidente laboral lo tuvo cuando una compañera de escena le hirió con un tacón de aguja. "Este trabajo es mejor que trabajar en una oficina. Lo hago desde hace 17 años y no me canso. Continuaría sin problemas hasta los 100", asegura.
La actriz Anri Okita, una estrella del porno, no escatima elogios para Shimiken. "Sementales como él, maravillas de la naturaleza como él son una raza en peligro de extinción. Es una cuestión de psicología. Sólo Superman puede hacer lo que ellos hacen, poseer esta técnica y este aguante. Japón puede estar orgulloso de ellos".
Los expertos de la industria atribuyen la falta de penes a las tendencias sociales y a la aparición, a mediados de los años 2000 en Japón, de los "hombres herbívoros" ("soshoku danshi"), que habrían remplazado al macho viril de virtudes masculinas tradicionales.
El concepto de "hombre herbívoro" lo lanzó en 2006 una periodista especializada en cultura popular, Maki Fukasawa, para definir a los jóvenes poco o nada interesados por el sexo, contrarios a los valores machistas e indiferentes al éxito profesional.

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