Guo Feng está desesperado. No sólo tiene unos pechos descomunales que le impiden trabajar con normalidad, si no que tiene que soportar cómo los curiosos hacen cola para burlarse de él.
Para evitar las miradas ajenas, Feng tiene que llevar puesto encima un abrigo incluso en verano, tal como publica The Sun en el artículo "Doctors baffled by huge moobs".
sábado, 27 de marzo de 2010
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