jueves, 23 de septiembre de 2010
Reflexión:
Un minuto sirve para sonreír:
Sonreír para el otro, para ti y para la vida.
Un minuto sirve para ver el camino,
admirar una flor, sentir el perfume de la flor,
sentir el césped mojado,
percibir la transparencia del agua.
Se requiere apenas de un minuto para evaluar
la inmensidad del infinito,
aunque sin poder entenderlo.
Un minuto apenas para escuchar el canto de los pájaros.
Un minuto sirve para oír el silencio,
o comenzar una canción.
Es en un minuto en que uno dice el “sí” o el “no”
que cambiará toda su vida.
Un minuto para un apretón de mano y
conquistar un nuevo amigo.
Un minuto para sentir la responsabilidad
pesar en los hombros, la tristeza
de la derrota, la amargura de la incertidumbre,
el hielo de la soledad, la ansiedad de la espera,
la marca de la decepción, la alegría de la victoria…
En un minuto se puede amar, buscar,
compartir, perdonar, esperar, creer, vencer y ser…
En un simple minuto se puede salvar una vida.
Tan sólo un minuto para incentivar a alguien o desanimarlo.
Un minuto para comenzar la reconstrucción
de un hogar o de una vida.
Basta un minuto de atención
para hacer feliz a un hijo…
un padre, un amigo, un alumno,
un profesor, un semejante…
De todos los minutos bien vividos…
Un minuto…Cuántas veces los dejamos pasar
sin darnos cuenta…pero también cuántas veces
traemos a nuestras vidas los recuerdos
de los minutos vividos llenos de felicidad,
de alegría y también de tristezas…
Decimos “un minuto” y nos parece nada…
Pero como se aprecia ese minuto al levantar
la mano y saludar a un amigo que se va
para siempre, como se valora ese minuto
que hace que lleguemos tarde a nuestros trabajos.
Como se espera ese minuto que nos lleva a reunirnos con los que amamos.
Como nos llena de emoción
ese minuto en que nos entregan a
nuestro hijo al nacer, y cómo también
deseamos que la vida le otorgue más minutos
a quien la muerte separará físicamente de
nosotros y no veremos más.
Un minuto…parece increíble…parece tan poquito
y sin embargo puede dejar una huella tan
profunda en nuestra vida.
Lo importante es no vivir la vida porque sí,
dejando pasar el tiempo.
Alguien alguna vez dijo:
“Vive cada minuto como si fuera el último”…
Si todos recordáramos esa frase a diario
aprenderíamos a vivir la vida intensamente.
Aprenderíamos a no posponer las emociones
más lindas de la vida pensando que
“si no es hoy será mañana”…
Tu tiempo es ahora…
Vive cada minuto intensamente.
La vida es Hoy…
Que el reloj de tu vida marque
cada minuto al compás de los latidos de tu corazón…
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