Cuando abrimos una bolsa de galletitas (es aplicable a muchos otros alimentos envasados) y queremos conservar lo que no hemos comido, podemos recurrir a este sencillo y ecológico cierre en pocos pasos.
1 Se corta la parte superior de una botella de agua o gaseosa
2 Se hace pasar esta pieza por la bolsa
3 Se da vuelta el envase
4 Se coloca la tapa de la botella, y listo, la bolsa queda herméticamente cerrada
miércoles, 22 de febrero de 2012
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