Ellie Jaycock es una joven británica de apenas 17 años. Sin embargo, su busto ya es talla 34K. Ella padece de gigantomastia juvenil, una enfermedad que ocasiona que sus senos se desarrollen a gran velocidad desde el inicio de la pubertad.
Sin embargo, los médicos se niegan a operarla antes de que cumpla 21 años, debido a que aún no termina su proceso de desarrollo.
Ellie, quien mide 1.64 y pesa 60 kilogramos (de los cuales 6.35 kg corresponden al peso de su busto), dice que sus pechos no han crecido en los últimos 9 meses, pero aún así los médicos se niegan a intervenirla.
“Mis senos están arruinando mi vida”, dice en una entrevista para una revista británica. “No sé cómo voy a lidiar con esto hasta que cumpla 21″. En un principio, los senos de Ellie parecían desarrollarse de manera normal y compró su primer brassiere, de talla 34 B, cuando cumplió 12 años.
Sin embargo, a los 13 años su busto pasó de ser copa C a una copa DD tan sólo en un verano. Comenzó a padecer de severos dolores en sus senos, así como en sus hombros y espalda.
Cuando tenía 14, necesitó un brassiere talla 34F. Su madrastra Sandy (de 39 años) y su padre Richard (de 44) llevaron a su hija al médico, quien la mandó con un especialista.
Ellie fue diagnosticada con gigantomastia juvenil y le recetaron medicamentos para el dolor y hormonas para frenar su desarrollo.
Desgraciadamente para ella, los medicamentos no surtieron efecto y el busto de Ellie creció hasta alcanzar uan copa H. Además, el dolor se volvió insoportable.
Ellie, quien es una chica tímida e incapaz de pelearse, fue objeto de burlas por parte de sus compañeros de escuela, quienes le pusieron sobrenombres soeces y la acusaron de rellenar su ropa interior. Además, al caminar por la calle, la gente le grita, debido a que piensan que su busto es producto de implantes.
Por la naturaleza de su trastorno, Ellie tendrá que esperarse hasta que cumpla 21 años para someterse a una operación de reducción de busto, si quiere que el Servicio Nacional de Salud británico cubra sus gastos médicos.
Además, los médicos indican que realizar la operación en este momento podría causar daño irreversible en su busto, dificultándole la capacidad de amamantar en un futuro.
La operación tendría un costo de 7 mil libras (cerca de 140 mil pesos) en un hospital privado, cantidad que Ellie no puede pagar por el momento.
“Me parece injusto que nadie pueda ayudarme” dice Ellie, quien además batalla para encontrar ropa interior que le quede de forma adecuada. “Al menos las chicas que tienen el pecho plano pueden usar un bar especial para resaltar su busto, pero yo no puedo esconder el mío”, concluye.
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ojala mi novia tubiera gigantomastia eres una afortunada
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