En la primera visita al quirófano Koh se realizó una tormentosa liposucción con vaser (una técnica ligera de reducción de grasa); dicho procedimiento sólo le generó un aumento de peso por lo que la singapurense se empeñó en utilizar cremas y otros productos para bajar sus tallas corporales.
Después prosiguió con una lipoescultura con el velashape (dispositivo que reduce el contorno corporal entre 2 y 7 cm), un aumento de senos, dos cirugías de parpados, una rinoplastia, entre otras.
Para cuidar conservar su costosa imagen, Koh debe utilizar tratamientos mensuales que superan los 1.000 dólares anuales. “Quiero ayudar a las mujeres a que luzcan hermosas” publicó en su blog Jacqueline en su comentado blog.
Agencias
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