Su nombre es Teresa Widener y asegura que su comida preferida son las piedras. Además, asegura que cuando tiene días malos, se come una roca y se siente mucho mejor.
Esta mujer explica que muchos días se va de paseo por el campo con su marido y busca las piedras que más le gusta para después saborearlas. Y, si son duras… ningún problema: tiene un martillo para romperlas y podérselas comer.
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