Los expertos de la Universidad de los California realizaron el estudio en 535 alumnos secundarios de la ciudad de los Ángeles, a los que se observó durante dos semanas para comprobar sus formas de estudio. Para ello, los hicieron anotar en una libreta cuánto tiempo le dedicaban al estudio diario, las horas que dormían y en qué materias y temáticas tenían problemas (ya sea para rendir en una prueba o al hacer una tarea).
Los resultados que obtenieron de su pequeño experimento fueron evidentes, mientras exista un mayor equilibrio entre las horas de sueño y las horas de estudio, el rendimiento de los estudiantes aumenta categóricamente, por el contrario, el que duerme mal y estudia mucho, no tiene muchas probabilidades de obtener una calificación positiva. Claro está, el que duerme mucho y el que no estudia también tiene el mismo resultado.
Andrew J. Fuligni, uno de los fundadores del estudio aseguró “Nadie está sugiriendo que los estudiantes dejen de estudiar (pero) tengan en cuenta que las horas de sueño pueeden ser determinantes para su éxito académico”.
El autor también asegura que las mejores formas de obtener buenos resultados es tener los horarios claros y respetarlos al pie de la letra, por ejemplo, si estudias de 19.00 a 20.00 respetar ese horario y no modificarlo, aunque la prueba se vea más difícil de lo que crees. También aseguran que pasar de largo es la peor opción que puedes tomar para pruebas y exámenes importantes, porque con eso lo único que logras es prestar menor atención a lo que lees y cometer errores involuntarios y que muchas veces podrías denominar tontos.
Así que para los que tengan pruebas, ya saben que fijarse un horario puede generar un mejor desempeño tanto en el colegio como la universidad, así que si no lo tienes, es hora de empezar a hacerlo y si ya lo posees, respetarlo es la mejor opción.
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