martes, 26 de febrero de 2013

En el Metro de Nueva York, es donde más nalga se agarran...


Mientras en España y otros países del mundo, manosearle las nalgas a una mujer se tiene como muestra de “afecto”, en Nueva york y Estados Unidos constituye un delito de ofensa sexual que se castiga hasta con años en la cárcel dependiendo de las circunstancias agravantes. En los primeros seis meses del 2012, esos manoseos llegaron a la cantidad de 873, específicamente en el sistema de trenes de la ciudad, reportó ayer jueves el Departamento de Policía (NYPD).
El número de tocadas en las partes traseras de las hembras, aumentó en un 15% más que en el 2011, según el informe policial.
Aunque la uniformada por ley, no puede ofrecer estadísticas por grupos étnicos, al menos 30 de esos casos correspondieron a hispanos la mayoría de los cuales fueron arrestados y procesados judicialmente.
Algunos atribuyen los manoseos a la cultura machista de muchos hombres latinoamericanos, aunque otros recuerdan que hacerlo en sus países nativos, se veía como un halago hacia las mujeres (o las nalgas) escogidas.
La socióloga dominicana Ramona Hernández que dirige el Centro de Estudios Dominicanos de City College, sostiene que el concepto social y judicial de que el manoseo en los glúteos femeninos no es correcto, es el mismo en Estados Unidos como en cualquier otro país del mundo.
Señaló que es injusto estigmatizar a los hombres latinos por los manoseos, porque hombres indeseables los hay en todas partes del mundo.
Dijo que el 97% de los países en América Latina castigan la conducta sexual inapropiada, entre esta el manoseo no consentido y la violencia de género.
“Las hispanas reaccionan de forma diferente para responder a los manoseadores de sus nalgas en sus respectivos países. Cuando un hombre lo hace o lanza una mirada lasciva a una mujer en América Latina, la situación no pasa de ahí”, añadió.
“Pero cuando eso mismo ocurre en Estados Unidos, la situación se ve muy diferente debido a la existencia de leyes de protección a los derechos femeninos y por ello, las latinas radicadas aquí están convencidas de que los manoseadores, cuando son denunciados, serán apresados y llevados a los tribunales”, explicó Hernández.
Empero, el sociólogo Javier Esperanza tiene un concepto diferente al de Hernández y dijo que aunque en América Latina hay leyes que protegen a las mujeres, la gente que vive en la pobreza las desconoce en su mayoría, trayendo esa ignorancia o falta de información cuando emigran a naciones como Estados Unidos.
A su criterio, el machismo y el abuso son conductas que continúan imperando en la cultura latinoamericana, aunque en varios de esos países, se han elegido mujeres a la presidencia.

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