Seguro que en más de una ocasión has querido evadirte de todo el mundo,desconectar todos los dispositivos móviles y encerrarte en un búnker donde nadie pueda encontrarte.
Pues bien, en Corea del Sur han encontrado la forma más extraña para echar un cable a aquellos que nadan en un continuo mar de estrés: abrir una cárcel para estancias voluntarias.
Kwon Yong-Seok y su esposa Roh Ji-Hyang han invertido 13,6 millones de euros en crear un centro de relajación muy peculiar. Se trata de una “cárcel” con 28 celdas de aislamiento en las que todo aquel que lo desee podrá evadirse del mundo.
Para ello, cuentan con una superficie de más de 8.000 metros cuadrados, que cuanta con un centro de meditación, un auditorio y un lugar donde dormir, todo con temática y estética carcelaria.
Nada más llegar, te desprendes de todas tus posesiones, te vistes de presidiario y te acompañan hasta tu celda. La habitación mide cerca de 60 metros cuadrados con un lavabo y una mesa junto a una ventana para que puedas pensar.
Pasar dos noches en el ‘Prison Inside Me’ cuesta unos 104 euros.
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