2.- Algunas enfermedades orales, como la gingivitis y la enfermedad periodontal.
3.- Infecciones del tracto respiratorio, por ejemplo, aquellas registradas en los senos nasales, pulmones y la garganta.
5.- Tener la boca seca, síntoma llamado xerostomía, también propicia la halitosis. Esta sensación puede originarse por problemas en las glándulas salivales, la respiración bucal, la quimioterapia e incluso el consumo de algunos medicamentos.
6.- Las dentaduras postizas, pues pueden formar placa y contener residuos de alimentos. Por ello, es altamente recomendable limpiarlas a diario.
7 .- Enfermedades sistemáticas como las hepáticas, renales, pulmonares o la diabetes, además de desórdenes gastrointestinales, también pueden fomentar el mal aliento.
8.- Las amígdalas, ya que en ocasiones la comida queda alojada en sus áreas crípticas (también conocidas como surcos).
fuente/diariopresente
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