Una empresa estadounidense propone transportar pasajeros en un globo inflado con helio hasta unos 30 kilómetros de altitud para admirar la curvatura de la Tierra y la oscuridad del espacio.
Una nueva empresa con base en Arizona, World View Entreprise, ofrece por 75.000 dólares un billete para un ascenso suave en un módulo presurizado y espacioso, con capacidad para ocho personas. Los pasajeros podrán permanecer dos horas a esa altitud antes de que la cápsula sea separada del globo y vuelva a tierra frenada por un paracaídas que la hará planear antes de posarse suavemente sobre el suelo.
"Los pasajeros estarán entre el pequeño número de personas que ve la curvatura terrestre y tendrán una vista sorprendente del planeta, de la oscuridad del espacio, de la luminosidad de las estrellas y del velo final de la atmósfera que envuelve a la Tierra", promete World View en un comunicado, en el que prevé comenzar con sus vuelos de aquí a tres años.
"Ver la Tierra suspendida en el vacío del espacio...seguramente va a hacer vivir a nuestros clientes una experiencia de tal naturaleza que cambiará su existencia", estimó Jane Poynter, presidenta de World View y cofundadora de Paragon Space Development, que movilizó a los inversores para crear esta nueva sociedad.
La autoridad estadounidense de aviación civil, la Federal Aviation Administration, decidió considerar a la cápsula de World View como un vehículo espacial, indicó una carta de la agencia publicada el martes por la sociedad.
Técnicamente el espacio comienza a partir de los 100 kilómetros, una altitud a partir de la cual un vuelo aerodinámico no es posible teniendo en cuenta la ausencia de atmósfera. Virgin Galactic, creada por el millonario británico Richard Branson, prevé transportar pasajeros para vuelos a esa altitud suborbital en 2014.
La sociedad empleará un avión cohete llamado SpaceShipTwo, que será capaz de alcanzar la frontera del vacío espacial, permitiendo a los pasajeros estar en ingravidez por algunos minutos. Virgin Galactic ya ha vendido cerca de 650 billetes, cuyo precio por unidad oscilaba entre 200.000 y 250.000 dólares.
Jane Poynter y su esposo Taber MacCallum, ingeniero principal de World View, ya habían fundado Paragon, que tiene contratos con la Nasa vinculados a las tecnologías de mantenimiento de las funciones vitales en el espacio. Paragon trabaja con el multimillonario Dennis Tito, primer turista espacial en 2001, quien tiene un proyecto que consistiría en un vuelo alrededor de Marte con dos astronautas, un viaje de 500 días entre ida y vuelta. AFP
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