Aprovechando la leve marejada del mar mediterráneo, la pareja pasó de practicar sexo en el a una sala de hospital en la que vivieron de los momentos más bochornosos de su vida: ¡no podía despegarse! Durante la , los músculos de la vagina se habían contraído y el miembro masculino se había quedado atrapado en su interior.
El suceso, conocido técnicamente como 'penis captivus', no suele ocurrir con normalidad, de hecho son remotas las probabilidades, pero a esta pareja le ocurrió en el entorno más inapropiado. Según narra el diario italiano 'ilmattino', los enamorados pidieron a una bañista que les arrojara una toalla para ocultar, en la medida de lo posible, lo que les acababa de suceder. Acto seguido, llamaron a los servicios de emergencia y les trasladaron al hospital.
Una vez allí, los facultativos no daban crédito a lo que estaban contemplando. Pese a pasar un periodo de tiempo considerable, el pene continuaba atrapado en la vagina y la pareja no podía separarse más de dos centímetros. Los doctores provocaron mediante una inyección que los músculos vaginales se relajasen para liberar el miembro viril.
Así pusieron fin a una jornada que nunca olvidarán y que puede les haga pensarse repetir la sexual experiencia al compás de las olas del mar, aunque la causa del extraño suceso no estaba relacionada ni con el escenario ni con la postura.
fuente/ Q!
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