Conner es una joven que ha impactado al mundo con su cambio de imagen. En seis años ha pasado de ser una chica con sobrepeso a modelo. Cuando iba al instituto, Conner pesaba 122 kilos. Aunque siempre aparecía sonriente en las fotos, ella no era feliz. No tenía amigos y la poca gente que se acercaba era para burlarse de su físico. Así que Conner decidió romper con todo y ganarse el respeto de los demás.
A sus 26 años ha logrado amarse a sí misma. Con dieta, mucho ejercicio, esfuerzo y ganas ha logrado tener un cuerpo escultural. Ahora la joven de la que todos se reían por su sobrepeso es modelo y ha ganado el Premio Transformación en el World Beauty Fitness and Fashion National. Por supuesto su salud y su autoestima han mejorado y su estilo de vida ha cambiado por completo.
De hecho, ha sido portada de la revista People donde luce su espectacular cuerpo y sus estrías. Sí, esas cicatrices en la piel y que Conner luce orgullosa porque para ella son marcas del cambio. En su nueva vida, esta joven es coach y resulta toda una inspiración para muchas personas que luchan por cambiar y mejorar su salud.
En su Instagram, donde más de 60.000 personas la siguen, cuenta episodios de su vida muy duros como este: “Esta es una foto del pasado especial para mí. En la foto de la derecha estoy a punto de ir a mi graduación. Cuando hablo con jóvenes les cuento la historia de este vestido. Mi mamá y yo fuimos a una tienda cuando tenía 17 años. Estaba muy entusiasmada porque finalmente un chico me pidió ir al baile. En aquel tiempo tenía una talla 54. En mi corazón sabía que no habría nada que fuera mi talla, pero eso no me paró de enamorarme del que pensé era el vestido perfecto. Hice un comentario a mi madre sobre cómo me gustaba un vestido que había en un delgadísimo maniquí. Mi madre preguntó qué tallas había, si había más tallas disponibles de aquel vestido. La dependienta me miró de arriba a abajo y dijo “no tenemos nada en esta tienda que le quepa”. Nunca me he sentido tan humillada en mi vida. Y mientras salíamos de la tienda mi madre se giró hacia mí y me dijo “tú mereces ese vestido, tendremos este vestido para ti”. Y encontró una modista que me lo hizo. He hablado mucho con mi madre de que para mí ella ha sido como un ángel en mi vida. Honestamente, me veo guapa en ambas fotos. Algo que definitivamente he aprendido de esta experiencia ha sido que nunca nadie debe definir con sus opiniones quién soy. Me defino por quién soy y debo ser fiel a mí misma, siempre”.
A parte, trabaja como coach para ayudar a otras personas e imparte charlas en colegios. Para ella lo importante es aceptarse y quererse. “Yo sabía que era buena persona, por eso estaba muy confundida ya que la gente me juzgaba por mi talla”, declara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario