Unos padres chinos guardan el cuerpo de su hijo muerto en el congelador
Tian Xueming y su mujer perdieron primero a su hija de 15 años y, tiempo después, su hijo de 18 años, Qinyuan, murió de leucemia. Pero con la segunda muerte, la pareja se negó a enterrar el cuerpo de su hijo y vaciaron el congelador de su casa, vistieron al cadáver y lo metieron allí.
Los padres del joven explican que si lo tienen congelado, sienten como si nunca los hubiese abandonado. La familia y los vecinos les dicen que le den un mejor sitio al cuerpo y que hagan un funeral, pero ellos insisten que su decisión es para “no perderlo nunca de vista”.
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